lunes, 8 de agosto de 2011

Sentía que se quería morir.

Ana no tenía las cosas claras. Había llegado a pegarse tanto a Jorge que creía que el se había enamorado de ella (igual que ella de él) y que se había olvidado de su amiga. Pero ahora se daba cuenta de que no, de que sus esperanzas y sus ilusiones habían conseguido convencerla de algo que estaba bastante lejos de la realidad. Entonces pensó en llamar a Gabi. Al fin y al cabo era lo que siempre hacía cuando estaba mal. Pero él tenía el móvil apagado, así que le dejó un mensaje:
Llama plis estoy fatal :(
Gabi no tardó en encender el móvil y recibir el mensaje, pero pasó de llamarla y de contestarla. Lo hizo un poco en señal de venganza, pero también porque se imaginó lo que estaba pasando. El mejor amigo/novio se había buscado novia, y Ana recurría a él de segundo plato, y él pasaba de ser el segundo plato de nadie. Aunque Ana insistía muchísimo, y como Gabi la quería tanto al final no lo pudo evitar y le cogió el teléfono, aunque decidió ser un poco borde para que se diera cuenta de lo que le había hecho.
-¡¡Gabi!! Joder no puedo más necesito hablar contigo porfavor.
Ana estaba llorando, pero Gabi había tomado la decisión de ser un poco borde con ella, por lo menos hasta que se diera cuenta de lo abandonado que tenía a su mejor amigo cuando le convenía.
-Vale, pues ya estás hablando conmigo. Cuentame.
-Gabi, ¿te pasa algo conmigo?
-¿Tú que crees?
-Pero MA, ¿Qué te he hecho?
-Yo pensaba que ya no era tu MA, pensaba que era ese tal Jorge con el que pasas todo el día. Y con el que estás cuando te llamo, y cuando te envio mensajes y siempre. Es que cuando te conviene me dejas de lado y cuando no soy tu mejor amigo para toda la vida.
-Gabi no me hagas esto por favor, ahora no. Enfadate conmigo en otro momento por favor, ahora te necesito.
-Eres muy injusta Ana.
-¿Pero te vas a enfadar conmigo ahora?
-Sabes perfectamente que no.
-Como te quiero.
-Ya, lo que tú digas...Cuéntame.
-Pues a ver, el Jorge ese que dices que es mi MA, y que por supuesto es mentira, es el chico que me gusta ¿vale? y resulta que ahora está saliendo con mi mejor amiga de aquí de Castellón y estoy fatal.
Ese fue un golpe bajo para Gabi, ¿el chico que me gusta? Sintió como se le hacía un nudo enorme en la garganta. Se quedó callado mientras Ana le preguntaba si seguía al teléfono. Colgó. Sentía que se quería morir.

miércoles, 3 de agosto de 2011

Recordando. Volviendo atrás.

Gabi se tumbó en la cama y se puso a llorar. No sabía muy bien si era porque había perdido una mejor amiga o porque había perdido una oportunidad de salir con Ana.
Entonces Gabi cogió un marco verde con una foto y lo abrazó fuertemente, como si fuera su objeto más preciado. En el interior del marco había una foto de Ana y Gabi en la playa. Ella salía un bikini de rayas moradas y verdes oscuras. Gabi salía sin camiseta y con un bañador de Billabong azul y blanco. De fondo se veía el mar azul verdoso y la arena blanca de la playa. Él salía rodeando el brazo a Ana, y ella le cogía la mano, que estaba posada sobre su hombro. Esa foto era su favorita. La de Gabi, pero también lo de Ana. Los dos estuvieron dos meses o así con esa foto de principal en el tuenti. Esa foto era del viaje de fin de curso. Habían ido todos los del colegio juntos a Valencia, y se lo habían pasado de maravilla.
Mientras Gabi lloraba y sus lágrimas caían sobre el cristal del marco de fotos, se puso a recordar todos los momentos que había vivido con su mejor amiga. Recordó todas esas veces que tomaban helados y acababan estampandose la cucharilla llena de helado en la nariz. También todas esas veces que algún chico había dejado a Ana, y Gabi había estado con ella, y a veces incluso había pegado a algunos chicos por ella. Y siempre alguna chica había roto con Gabi ella había ido a verle con muchísimos paquetes de pañuelos y con mucho chocolate para superarlo todo con él. Todas esas fotos que se habían hecho juntos, poniendo caras ridículas y haciendo chorradas. Eran muchísimos momentos que habían pasado juntos, en estos 10 año que habían pasado los dos. Se conocían desde que eran dos enanos. Desde que no tenían más de tres añitos, y se habían conocido los dos jugando con los cubos y las palas en el patio del recreo. Desde entonces no se habían despegado el uno del otro, los dos habían sido como uña y carne desde entonces. Sí, se habían peleado miles de veces, como es normal, pero siempre habían conseguido arreglarlo, siempre lo habían resuelto, nunca habían conseguido estar pelados mas de una semana.
Y recordando todo eso se puso a llorar mucho más, y abrazó con mucha más fuerza el marco, hasta casi romperlo.
Y mientras abrazaba el marco y recordaba cosas, pensó si Ana se acordaría de él, y enseguida se contestó a él mismo: NO. Pensó que seguro que estaba con su mejor amigo/novio, sin acordarse para nada de él. Y lloró más todavía, si era posible. Entonces decidió que pasaba de pensar en lo que estaría haciendo Ana en ese momento. Que pasaba de acordarse del mejor amigo/novio de su mejor amiga, o ex mejor amiga, o lo que fuera. Se le ocurrió que lo mejor que podía hacer era recordar los tiempos en que sí tenía claro que eran mejores amigos, y pensar en todos los momentos que juntos habían vivido.
Cuando ya estaba un poco mejor, sacó un pesado álbum de fotos, y lo abrió por la tercera página. En ella aparecían de nuevo los dos, pero esta vez en su pueblo, sentados juntos en un banco. De fondo se ven algunas de las casas antiguas del pueblo. Ana llevaba unos pantalones verdes cortos y una camiseta de tirantes blanca. Había cogido una enorme flor fucsia de una enredadera y se la había puesto en el pelo para la foto. Gabi llevaba una camiseta roja de Quiksilver, y unos pantalones cortos de deporte, negros. Gabi salía mirando hacia el frente (a la cámara), pero Ana salía poniendole la mano en el hombro y de perfil, mirándole a él. Los dos salían sonriendo. Esa era otra de las fotos favoritas de los dos, y otra que consiguió hacer llorar a Gabi, pensando en todo lo que estaba pasando, y sin entender muy bien nada. Sin entender como había pasado de ser su mejor amigo, a no ser nada para ella.

jueves, 30 de junio de 2011

Distanciados

Después de aquel momento extraño volvieron a verse unas tres o cuatro veces. Iban a la piscina de Ana o a la de los primos de Gabi, quedaban para tomar un helado...Pero no les volvió a pasar lo que en casa de Gabi, ni una sola vez más.
Luego dejaron de verse bastante, porque cuando no estaba uno de viaje estaba el otro, y cuando no estaban con su familia, cuando no de compras... Y poco a poco se fueron distanciando.
Al principio, los dos hacían lo que podían para que esto no pasara. Pero esto cambió cuando Ana conoció a un chico increíble en Castellón. Este chico estaba enamorado de una de las amigas que Ana tenía allí, y por eso ella hablaba todo el rato con Jorge (así se llamaba el niño). Al principio a Ana no le gustaba, es más, ella comenzó a plantearse considerar a Gabi como algo más que un amigo. Pero poco a poco Ana y Jorge fueron hablando mucho, quedando muchas veces ellos dos solos, fueron juntos a la playa, subieron miles de fotos de ellos dos...Vamos, a lo que se llama ser mejores amigos. Ella nunca lo llamaba MA, ni mejor amigo, porque tenía a Gabi, y sabía que a Jorge no lo iba a ver mucho, y a su MA de verdad sí, aunque un día el sí que la llamó mejor amiga a ella. Ana se quedó un poco cortada, al principio ni se dio cuenta de que la hablaba a ella, pero luego él dijo una frase que la dejó marcada, una frase de las que cuesta olvidar, entre otras cosas porque hizo que se enamorará de él, o que acabara de enamorarse de él, porque durante estos días había ido cogiendole un cariño muy especial poco a poco. La frase fue:
-¡Ana! ¿A quién pensabas que llamaba? Si la única chica que me hace caso y que me quiere aquí eres tú. Y encima, sabes que eres mi preferida.
Ana se quedó con la boca abierta después de esa frase.
Mientras Gabi, que estaba en Madrid sin su mejor amiga y sin la mayoría de sus amigos, porque sus padres son de esos que deciden irse de vacaciones en último momento, cuando todo el mundo está ya de vuelta, pensaba en que estaría haciendo Ana en ese momento. Él también se había planteado algo más que una amistad con su mejor amiga, pero al parecer él se lo había planteado más enserio.
La llamaba bastante por teléfono, pero ella no solía cogerselo, o solía colgarle rápido, sin apenas despedirse, sin un simple te quiero. Así que decidió pasarse por su perfil en tuenti, y ahí fue donde descubrió que había cambiado de mejor amigo. Y es que aunque ella no lo llamara MA, ni mejor amigo, era bastante evidente, no hacía falta que le llamara de ninguna manera especial.
Gabi no tenía realmente claro si Jorge era el MA de Ana o era su novio, pero las dos cosas le fastidiaban bastante. Ahí fue cuando se dio cuenta de que estaba enamorado de ella, perdidamente, y empezó a preguntarse cosas como desde hace cuanto estaría enamorado, si ella sentiría algo por él, si lo habría sentido alguna vez...
En ese momento se le ocurrió recordar el momento en casa de Gabi, cuando los dos se quedaron embobados, perdidos cada uno en los ojos del otro. Y pensó si ese momento habría significado algo para ella, porque estaba claro que para el sí. Pensó si ella lo seguiría recordando, o habría sido solo otro de los momentos que pasaba con su MA o con su exMA, la verdad es que ya no lo tenía muy claro.

sábado, 25 de junio de 2011

¿Algo más que amigos?

-¿Tú crees que se lo tengo que decir?
-Sí Gabi. Tienes que cortar con ella. Por mucho que la quieras, aunque no sea fácil te aseguro que es lo mejor. Hazme caso por favor.
-Vale, tráeme el teléfono.
Ana había conseguido ponerse en la piel de Gabi, pero seguía pensando que lo que tenía que hacer era dejarla. Se levantó a por el teléfono y se lo dio a Gabi. Ella se levantó con intención de salir de la habitación para que su mejor amigo hablara con Marie sin molestias, pero él la cogió de la mano para que se quedara sentada a su lado. Ana sonrió deseándole buena suerte y se sentó a su lado. Escuchó toda la conversación preocupada. Gabi gritaba, Marie también (se la oía mucho), los dos se reprochaban cosas y Gabi lloraba. Su mejor amiga le apretaba fuerte de la mano y le secaba las lágrimas de la cara. Cuando ya había escuchado en la conversación que Gabi había cortado con ella le quitó el teléfono y colgó. No quería que sufriera innecesariamente.
-¿Estás bien?- Preguntó Ana con preocupación. Aunque sabía que le había dicho a Gabi lo que tenía que decirle se sentía culpable de que este hubiera cortado con Marie.
-No...- Contestó Gabi entre lágrimas.
Ana lo abrazó y mientras su cabeza descansaba sobre el hombro de su amigo pensaba lo mal que había hecho las cosas.
-Lo siento MA.- Comentó finalmente, después de mucho pensarlo.
-¿Por?
-Pues porque has cortado con ella por mi culpa, porque te lo he dicho yo, y ahora estás muy mal por eso.
-Pero que dices MA, no seas tonta, he cortado con ella gracias a ti, y eso es lo que tenía que hacer. No me tienes que pedir perdón, te tengo que dar yo las gracias.
-Eres el mejor del mundo.
-Mentira, lo eres tú.
Los dos se quedaron mirándose fijamente a los ojos, callados. Pero Gabi se sentía incomodo, y seguramente Ana también, así que comenzaron a hablar con mucha normalidad, olvidando aquel extraño momento.
-¿A donde te vas este verano?- Preguntó Ana. Era una pregunta un poco tonta, sobre todo porque ya sabía la respuesta, pero era lo primero que se le había ocurrido, y Gabi la contestó con normalidad, porque también fue lo primero que se le paso por la cabeza.
-A Huelva, ¿tú?- Otra pregunta estúpida.
-A Castellón.
Y así fue como consiguieron librarse de un momento extraño, en el que los dos habían sentido algo muy raro el uno por el otro, algo que los dos solo habían sentido con otras personas, pero nunca entre ellos dos.

domingo, 5 de junio de 2011

La mato, te juro que la mato

Ana se iba preguntando por el camino: ¿Y si es una chorrada? ¿y si su hermana se a roto un brazo? ¿Y si no encuentra su PSP? ¿Y si...?
Pero ella sabía que tenía que ir a mirar porque también podía ser algo muy grave. Como anduvo bastante deprisa en 5 minutos ya había llegado a casa de Gabi. Subió en el ascensor hasta el 4 piso y llamo al timbre de la puerta que tenía la letra C pintada.
-¿Quién?- Preguntó Teresa, la asistenta de la casa.
-Teresa, soy Ana.
-¡Ah! Señorita Ana, ¿quiere ver a Gabi?- Dijo la mujer que ya había abierto la puerta y se encontraba en el umbral de esta frente a la niña.
-Sí, por favor.
Teresa entró un momento en la casa y Ana se quedó allí esperando. A los pocos segundos regresó y dijo:
-Pase, señorita Ana. Gabi está tumbado en la cama, en su habitación.
-Gracias Teresa.
Ana recorría sola el corredor que conducía al cuarto de su mejor amigo, mientras se preguntaba porque Teresa hablaba como las criadas de antiguamente (o eso le parecía a ella, por lo menos). Una vez llegó a la puerta de la habitación de Gabi llamó a la puerta y dijo:
-MA soy yo.
Ana siempre llamaba MA (Mejor Amigo) a Gabi, y él a ella igual.
-Pasa...
Ana se dio cuenta por su voz de que a Gabi le pasaba algo, y de que no era ninguna chorrada.
Gabi estaba tumbado en la cama apagando su PSP para hablar con Ana sin desconcentrarse. Estaba llorando.
Ana se sentó a su lado, le cogió la mano y le pregunto en voz bajita:
-¿Qué te pasa?
-Es Marie.
Marie era la novia de Gabi. Él la quería muchísimo, pero Ana la odiaba, la había odiado de toda la vida y no sabía exactamente la razón.
-¿Te ha dejado? ¿La matamos?
-No, no me ha dejado. Está saliendo conmigo y a la vez está saliendo con otro...
Ana se quedó realmente sorprendida, llena de rabia, de enfado, confusión... Ella consideraba a Marie su enemiga, y la creía capaz de muchas cosas, pero no pensaba que se atreviera a hacerle eso a su mejor amigo.
-Dios...la mato... te juro que la mato...-Decía Ana mientras Gabi apretaba fuertemente la mano de su mejor amiga contra la suya.
-No hagas nada, ella no sabe que lo sé.
-¡¿Qué?! Gabi dejala ya, te está engañando.
-Ya...pero la sigo queriendo...
Ana estaba demasiado enfadada como para ponerse en la piel de Gabi, pero decidió intentarlo y trató de comprenderle.

sábado, 28 de mayo de 2011

El principio

Ana encendió el ordenador a escondidas de sus padres, como hacía todos los domingos por la mañana, cuando se quedaba sola en casa. Sus padres se iban a unas estúpidas clases de pilates o algo parecido, mientras que su hermano Tony se iba a jugar al baloncesto. Sus padres creían que se pasaba toda la mañana estudiando, cuando la realidad era que con un poco de suerte estudiaba 10 o 20 minutos.
Aquella mañana de domingo hizo como todas las demás. Se metió en el tuenti y miró sus novedades. Fue directa a leer el mensaje privado que había recivido, porque le llamó la atención, ya que no solía tener mensajes. Vio que era un mensaje de Gabi, su mejor amigo, y se extrañó todavía más. ¿Gabi, un mensaje privado? Pensó Ana, porque Gabi solía llamarla cuando tenía algo que decirle.
Lo abrió con una mezcla de preocupación y curiosidad.
Cuando acabó de leer el mensaje agarró con rapidez su teléfono móvil y llamó a Gabi. Saltó el contestador automático. Ana estaba realmente preocupada, y también intrigada. Lo único que ponía en el mensaje era:
Llamame es urgente :(
Ana siguió pensando que le pasaría a su mejor amigo, le llamó varias veces a lo largo de la mañana, pero Gabi nunca contestaba. A Ana le daba la impresión de que ella y la mujer que hablaba en el contestador automático de Gabi ya eran amigas.
Cuando Ana oyó el ascensor  apagó deprisa el ordenador, pero no le dio tiempo a salir de el cuarto de sus padres (en el que se encontraba), así que comenzó a pensar una escusa coherente.
A medida que oía los pasos en el corredor que conducía a la habitación empezó a decir:
-¡Papá! ¡mamá! ¿Qué tal las clases de pilates? Bueno, yo estoy aquí solo para buscar mi cuaderno de historia, y en cuanto lo encuentre me pongo a estudiar.
-Tranquila enana, soy yo. Puedes quedarte con el ordenador si quieres y luego les digo a papá y mamá que te he dejado porque has acabado de estudiar.
¡Menos mal! No eran sus padres los que venían, era su hermano Tony. Era cinco años mayor que ella, y cuando eran pequeños se llevaban bastante mal, pero ahora ya no se peleaban casi.
Ana le contó lo de Gabi a su hermano, y le dijo la decisión que había tomado:
-Voy a ir a verle a su casa por si es algo grave.
-Vale canija pero ten cuidado.
-¡Pues claro! Adiós Tony.
-Adiós.
Ana se puso una camiseta amarilla lisa, unos shorts vaqueros azules y sus "victorias" negras y se fue camino de casa de su amigo Gabi...