sábado, 28 de mayo de 2011

El principio

Ana encendió el ordenador a escondidas de sus padres, como hacía todos los domingos por la mañana, cuando se quedaba sola en casa. Sus padres se iban a unas estúpidas clases de pilates o algo parecido, mientras que su hermano Tony se iba a jugar al baloncesto. Sus padres creían que se pasaba toda la mañana estudiando, cuando la realidad era que con un poco de suerte estudiaba 10 o 20 minutos.
Aquella mañana de domingo hizo como todas las demás. Se metió en el tuenti y miró sus novedades. Fue directa a leer el mensaje privado que había recivido, porque le llamó la atención, ya que no solía tener mensajes. Vio que era un mensaje de Gabi, su mejor amigo, y se extrañó todavía más. ¿Gabi, un mensaje privado? Pensó Ana, porque Gabi solía llamarla cuando tenía algo que decirle.
Lo abrió con una mezcla de preocupación y curiosidad.
Cuando acabó de leer el mensaje agarró con rapidez su teléfono móvil y llamó a Gabi. Saltó el contestador automático. Ana estaba realmente preocupada, y también intrigada. Lo único que ponía en el mensaje era:
Llamame es urgente :(
Ana siguió pensando que le pasaría a su mejor amigo, le llamó varias veces a lo largo de la mañana, pero Gabi nunca contestaba. A Ana le daba la impresión de que ella y la mujer que hablaba en el contestador automático de Gabi ya eran amigas.
Cuando Ana oyó el ascensor  apagó deprisa el ordenador, pero no le dio tiempo a salir de el cuarto de sus padres (en el que se encontraba), así que comenzó a pensar una escusa coherente.
A medida que oía los pasos en el corredor que conducía a la habitación empezó a decir:
-¡Papá! ¡mamá! ¿Qué tal las clases de pilates? Bueno, yo estoy aquí solo para buscar mi cuaderno de historia, y en cuanto lo encuentre me pongo a estudiar.
-Tranquila enana, soy yo. Puedes quedarte con el ordenador si quieres y luego les digo a papá y mamá que te he dejado porque has acabado de estudiar.
¡Menos mal! No eran sus padres los que venían, era su hermano Tony. Era cinco años mayor que ella, y cuando eran pequeños se llevaban bastante mal, pero ahora ya no se peleaban casi.
Ana le contó lo de Gabi a su hermano, y le dijo la decisión que había tomado:
-Voy a ir a verle a su casa por si es algo grave.
-Vale canija pero ten cuidado.
-¡Pues claro! Adiós Tony.
-Adiós.
Ana se puso una camiseta amarilla lisa, unos shorts vaqueros azules y sus "victorias" negras y se fue camino de casa de su amigo Gabi...